El lince ibérico (Lynx pardinus) es una especie de mamífero carnívoro de la familia Felidae, endémico de la Península Ibérica.
Actualmente sólo existen dos poblaciones en Andalucía aisladas entre sí con un total de cerca de 300 individuos, más otra en los Montes de Toledo de unos quince individuos y por ello escasamente viable, lo que lo convierte en el felino más amenazado del mundo.
Es un felino de aspecto grácil, con patas largas y una cola corta con una borla negra en el extremo que suele mantener erguida batiéndola en momentos de peligro o excitación. Sus características orejas puntiagudas están terminadas en un pincel de pelos negros rígidos que favorece su camuflaje al descomponer la redonda silueta de su cabeza. También son características las patillas que cuelgan de sus mejillas. Aparecen a partir del año de vida cuando apenas cuelgan por debajo de la barbilla y aumentan de tamaño con la edad. Los machos tienen las patillas y los pinceles negros más largos que las hembras.

ibérico nunca se solaparon mucho, y han llegado a estar esencialmente separados en épocas recientes, los dos linces pudieron coexistir hasta finales del siglo XIX en los Pirineos y quizá en la costa norte de España.
El lince ibérico es el único carnívoro considerado como especialista en conejos. Esta especie le aporta del 80 al 90% de su alimentación. También consume anátidas, ungulados, perdices, pequeños mamíferos y otras aves. La aparición de estas presas en su dieta depende de la época del año, de la disponibilidad de presas y de la zona.
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