Esta es la tortuga de mayor distribución en África del Sur. Tiene una amplia distribución en el África subsahariana, incluyendo localidades registradas en el sur de Sudán, Etiopía, África Oriental (incluyendo Natal), Zambia, Botswana, Namibia, Angola y África del Suroeste. Las G. pardalis son la cuarta especie más grande de tortuga después de la tortuga de espolones africana (Geochelone sulcata), la tortuga de las Galápagos y la tortuga gigante de Aldabra (Geochelone gigantea).
Es un animal de muy larga vida, la tortuga leopardo no alcanza la madurez sexual hasta que se encuentra entre las edades de 12 y 15 años. Las tortugas leopardo en cautividad, sin embargo, crecen más rápido y pueden madurar con tan sólo seis años de edad.
La tortuga leopardo macho persigue a la hembra y le golpea en el caparazón para que se quede quieta. Durante el apareamiento, el macho emite fuertes vocalizaciones. Después del apareamiento la hembra pone una puesta compuesta por entre cinco y 30 huevos, aunque la media son entre ocho y diez. La tortuga leopardo de Suráfrica (G. pardalis pardalis) es mucho más difícil de reproducir en cautividad que la tortuga leopardo común, g. p. babcocki. En la incubadora la temperatura debe ser mantenida entre los 28 °C y los 30 °C, con una humedad del 80% y un sustrato ligeramente húmedo. El tiempo de eclosión oscila entre 130 y 180 días. Llegado el día de la eclosión, a menudo apresurada por un día de lluvia, la cría de tortuga rompe el huevo mediante un tubérculo córneo situado entre las narinas externas y el maxilar superior que desaparece tras unos días. La eclosión dura cuarenta y ocho horas, un periodo durante el cual el saco vitelino es absorbido totalmente.
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