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viernes, 10 de mayo de 2013

Boa de Haití (Epicrates striatus)

Boa de Haití (Epicrates striatus). Después de la boa de Cuba, es la serpiente más grande nativa de las islas del Caribe, ya que los ejemplares adultos pueden llegar a los 2,3 metros de longitud. El color de fondo es gris claro o rojizo, con numerosas y pequeñas manchas negras a lo largo de los flancos y una serie de marcas rectangulares oscuras ribeteadas de negro a lo largo del dorso, que le confieren un aspecto estriado. Tiene una cabeza grande de forma triangular y bien diferenciada del cuerpo. Los ojos son pequeños y de pupila elíptica.
Su distribución comprende las islas de La Española, las Bahamas y algunas otras islas pequeñas cercanas, y se han descrito hasta 8 subespecies diferentes.
Ocupa una gran variedad de hábitats, tanto húmedos como un poco más secos, desde el nivel del mar hasta los 1.200 m de altitud, pero siempre que haya una cierta cubierta vegetal. Es habitual en plantaciones de pinos, masas arbóreas más o menos abiertas y manglares.
Nocturna y muy arborícola, durante las horas de luz permanece en reposo en el interior de troncos curvados y vacíos, cepas secas, grietas de rocas, nidos de aves o sobre ramas horizontales de árboles, a veces a una altura considerable.
Las serpientes jóvenes comen lagartos (los anolis son especialmente apreciados), mientras que los adultos se alimentan preferentemente de aves y de pequeños mamíferos. Se les ha visto cazar aves de corral y gatos domésticos en zonas habitadas.
De reproducción ovovivípara, puede parir hasta 50 crías vivas por camada, aunque generalmente el número es bastante más bajo, entre 10 y 30 crías, después de un período de gestación de 192-224 días.
Muchas de las subespecies se encuentran en una situación precaria debido a la limitación de su hábitat, que además se encuentra sometido a numerosas presiones negativas, como la introducción de animales foráneos, el aumento de los asentamientos humanos y de la población de los mismos, el desarrollo turístico descontrolado, etc.
No es muy habitual en cautividad, aunque se adapta bien y se deja manipular con facilidad. Cuando se asusta, no obstante, expulsa un líquido pestilente por las glándulas anales. Se ha conseguido su reproducción en repetidas ocasiones.

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