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jueves, 23 de mayo de 2013

Rana de la madera (Lithobates sylvaticus)

Rana de la madera (Lithobates sylvaticus). Estamos ante un incríble animal que utiliza la criobiología para poder sobrevivir al crudo invierno de Alaska y del Canadá. Y es que la rana de bosque o rana de la madera (Lithobates sylvaticus) segrega su propio anticongelante para impedir helarse por completo. Durante el invierno, entre un 45% y un 65% de su cuerpo puede congelarse y convertirse en hielo: cristales de hielo que se forman debajo de la piel y se mezclan entre los músculos y el esqueleto del cuerpo. Mientras se congela, la respiración de la rana, el flujo de sangre y los latidos del corazón cesan... es como si la rana muriese. Pero la congelación es posible gracias a que poseen una gran cantidad de proteínas especializadas conocidas como nucleoproteínas (osea, nucleótidos + proteínas) en su torrente sanguíneo; estos potencian la formación de hielo, y evitan que éste se organice en forma de grandes cristales que dañarían a las células. Por otro lado, la rana, cuya concentración de glucosa es similar a la nuestra, sintetiza en el hígado grandes cantidades de ésta al inicio de la congelación. Esta glucosa se concentra en el interior de las células y hace las veces de anticongelante, evitando que se congelen los fluidos celulares. Sin embargo, la congelación del líquido exterior provoca que en el interior haya una mayor proporción de agua, provocando una salida de agua de las células que, si bien hace aumentar la proporción de glucosa en su interior (aumentando la acción anticongelante), podría provocar su muerte debido a la deshidratación, esto se evita al llegar a un equilibrio de concentraciones con el exterior, lo que interrumpe la salida de agua. La rana así puede sobrevivir hasta 11 días congelada a -4º C. Cuando suben las temperaturas, se descongela primero el corazón, para que la circulación se reactive y evitar así daños en los demás órganos conforme se descongelan, y poco a poco la rana empieza a moverse y a comer con naturalidad. Pero esta rana no es el único animal que puede realizar esta hazaña, otras tres especies de ranas norteamericanas, entre ellas la rana gris de Canadá, también pueden congelarse. Algunas especies de salamandras, reptiles, peces e insectos también se congelan para sobrevivir a las heladas... todos menos Walt Disney, que dicho sea de paso, no está congelado como se cree, sino que fue incinerado luego de su muerte el 15 de diciembre de 1966... pero ese es tema ya de otro blog y no de este...

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