Los zorros polares se distribuyen a lo largo de las tundras del norte de Eurasia y Norteamérica, incluidas muchas islas a las que llegaron en su día caminando sobre el hielo.
El zorro polar posee unas orejas pequeñas y una capa densa de pelo que le permite subsistir y cazar a temperaturas extremas (de hasta -50 °C). En el verano, esta capa blanca de pelaje largo cambia por una capa pardo-grisácea de pelaje más corto. En Groenlandia se han documentado ejemplares de pelaje azulado, característica apreciada por los peleteros y potenciada por los criadores.
En la adultez los zorros polares miden entre 35 y 55 cm de largo. El peso del macho promedia 3,5 kg, con un rango de 3,2 a 9,4 kg, y el de la hembra promedia 2,9 kg, con un rango de 1,4 a 3,2 kg.
Su principal alimento consiste en pequeños mamíferos y aves, aunque su presa favorita es el lemming.
Esta especie se aparea en marzo, que es el mes cuando ya hay camadas de lemmings, que permitirán a la madre alimentarse mejor; ésta, para el mes de mayo, ya habrá dado a luz de 4 a 11 zorritos. Durante el verano, esta especie forma parejas monógamas que cuidan conjuntamente de las crías. En los lugares donde faltan los lemmings y otros pequeños mamíferos, como en Islandia, los zorros polares se alimentan casi exclusivamente de aves marinas.
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