Es una serpiente pequeña, con una longitud media de entre 50 y 60 cm, aunque algunos ejemplares pueden llegar a medir hasta 75 cm. La cabeza tiene forma triangular y está claramente diferenciada del resto del cuerpo. Su rasgo más distintivo y por el que recibe su nombre común es un pequeño apéndice o cuernecillo que presenta en la punta del hocico.
El dorso de la cabeza presenta diversos grados de ornamentación aunque casi siempre están presentes dos marcas en forma de media luna en la parte posterior de la cabeza. A ambos lados de la cabeza presenta una banda oscura (banda postocular) que abarca desde el ojo hasta las comisuras de la boca.
A diferencia de la mayoría de colúbridos el ojo de la víbora hocicuda presenta una pupila con forma elíptica que siempre mantiene en posición vertical. Toda la cabeza está recubierta por pequeñas escamas aunque en algunos ejemplares se encuentran vestigios de placa frontal y de placas parietales muy reducidas.
El cuerpo de la víbora hocicuda está recubierto por pequeñas escamas desde la nuca hasta la cola, son las escamas dorsales. Todas las escamas dorsales son carenadas salvo la primera hilera de cada lado del cuerpo. En la parte inferior o ventral del cuerpo presenta escamas ventrales (desde la región gular hasta la cloaca) y subcaudales (cola).
La víbora hocicuda es un predador diurno que caza al acecho y abate a sus presas mediante su mordedura venenosa.

Por otra parte, la dieta de los ejemplares juveniles se compone mayoritariamente de saurios y de algún artrópodo.
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