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miércoles, 24 de abril de 2013

Calamar Vampiro (Vampyroteuthis infernalis)

El calamar vampiro (Vampyroteuthis infernalis, "calamar vampiro del infierno") es una especie de molusco cefalópodo del orden Vampyromorphida.
Es un pequeño cefalópodo de aguas profundas que se encuentra en aguas templadas y tropicales de todo el mundo. Sus filamentos sensoriales retráctiles únicos justifican el emplazamiento del calamar vampiro en su propio orden, Vampyromorphida (antes Vampyromorpha), a pesar de que comparte similitudes con los calamares y los pulpos. Como una reliquia filogenética, es el único superviviente conocido de su orden, primero descrito y erróneamente identificado como un pulpo en 1903 por el teutólogo alemán Carl Chun.
 Con un máximo de 30 cm de longitud total, el calamar vampiro no es una amenaza para los humanos. El cuerpo es gelatinoso y mide 15 cm; su color varía entre el negro intenso y el rojizo pálido, dependiendo del lugar y las condiciones de luz. Una capa de piel conecta sus ocho brazos, cada uno de ellos forrado con hileras de espinas carnosas o cirros; el interior de esta "capa" es negro. Únicamente la mitad distal de sus brazos (la más alejada del cuerpo) poseen ventosas. Los ojos son límpidos y globulares, y de color rojo o azul, también en función de la iluminación; son proporcionalmente los más grandes del Reino Animal con 2,5 cm de diámetro. El color oscuro del animal, así como su manto como capa y sus ojos rojos le dieron al calamar vampiro su nombre.
Los adultos maduros tienen un par de oídos externos como finas proyecciones de los laterales del manto. Estas proyecciones son el mecanismo principal de propulsión de los adultos: se dice que el calamar vampiro "vuela" por el agua batiendo sus aletas. El potente pico de sus mandíbulas es blanco como el marfil. Dentro de las correas hay dos bolsas en las que los filamentos táctiles de la vela están ocultos. Estos filamentos son análogos a los tentáculos de un verdadero calamar; sin embargo, el número de pares de brazos es diferente a un calamar. Al contrario, hay el mismo número de filamentos que tentáculos en los pulpos.
El calamar vampiro está cubierto enteramente de órganos productores de luz llamados fotóforos. El animal tiene un gran control sobre los órganos, y es capaz de producir flashes de luz que desoriente desde fracciones de segundo a varios minutos de duración. La intensidad y tamaño de los fotóforos también puede ser modulada. Aparentemente pequeños discos blancos, los fotóforos son más grandes y complejos en las puntas de los brazos y la base de las aletas, pero están ausentes de la parte inferior de sus brazos. Se pensó inicialmente que dos áreas blancas en la parte superior de la cabeza eran también fotóforos, pero han resultado ser fotorreceptores.
Los cromatóforos (órganos pigmentados) comunes en la mayoría de los cefalópodos están pobremente desarrollados en el calamar vampiro. Si bien esto significa que el animal no es capaz de cambiar el color de su piel de forma brusca como el resto de los cefalópodos, tal estrategia no es necesaria en las oscuras profundidades en las que vive.
 El calamar vampiro es un ejemplo extremo de cefalópodo de aguas profundas, capaz de vivir en las profundidades afóticas (carentes de luz) desde los 600 a los 900 metros o más. Esa franja de los océanos del mundo forma un hábitat diferenciado conocido como la zona de oxígeno mínimo (ZOM). Dentro de la ZOM la presencia de oxígeno es demasiado baja para la mayoría de los organismos de metabolismo aeróbico. Sin embargo, el calamar vampiro puede vivir y respirar con normalidad en la ZOM con saturaciones de oxígeno tan bajas como un 3%; una característica que no tiene ningún otro cefalópodo y de la que muy pocos animales pueden hacer gala.

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